UN EQUIPO CON GARRA Y CON CORAZON
La Associazione Calcio Milan, conocido también como A.C. Milan, es un club de fútbol italiano de la ciudad de Milán, en la región de la Lombardía. Fue fundado el 16 de diciembre de 1899 por el inglés Sir Alfred Edwards y actualmente juega en la Serie A de Italia.
Es uno de los clubes de mayor prestigio en el mundo; siendo, además, el conjunto europeo y uno de los dos en el mundo con mayor número de trofeos internacionales oficiales, con 18 en total, habiendo ganado siete veces la Liga de Campeones de la UEFA (en once finales disputadas), además de haberse adjudicado en cinco ocasiones la Supercopa de Europa, en dos la Recopa de Europa, en tres la Copa Intercontinental y en una la Copa Mundial de Clubes.
Disputa el llamado Derbi de Milán contra el Inter, club con el cual mantiene una gran rivalidad histórica.
En la temporada de 1966/67 y tras la dimisión de Liedholm como entrenador del Milan, el cargo recayó en el ex jugador rossonero, Arturo Silvestri. A ello se sumaron las contrataciones de Angelo Anquilletti y de Roberto Rosato, dando inicio a la segunda estela de títulos de aquella década. A pesar de finalizar en el octavo puesto de la liga italiana, el equipo conquistó la primera Copa de Italia della società. En un tramo donde eliminó a la Juventus en tiempo suplementario, por un marcador final de 2:1, el cuadro lombardo disputó la final ante el Padova (que había eliminado al Inter), el 14 de junio de 1967 en el Olímpico de Roma, logrando imponerse por la cuenta mínima, gracias a un tanto de Amarildo (en la que fue su última temporada en el Milan) en el cuarto minuto del tiempo complementario.
En la actualidad, el estadio cuenta con una capacidad de 85.700 espectadores y dimensiones de 105x68 metros, siendo el estadio más grande de Italia, el tercero en Europa y el décimo a nivel Mundial. Es además, considerado por la UEFA, como uno de los estadios de categoría "5 estrellas". El recinto es de propiedad municipal y se renombro en honor a Giuseppe Meazza, jugador italiano que militó en ambas escuadras.
Nº
Posición
Jugador
Hasta la fecha:
Ocho han sido los jugadores del Milan que fueron consagrados como Capocannoniere (máximos anotadores) de la Serie A: Aldo Boffi (1938/39, 1939/40 y 1941/42), Gunnar Nordahl (1949/50, 1950/51, 1952/53, 1953/54 y 1954/55), José Altafini (1961/62), Pierino Prati (1967/68), Gianni Rivera (1972/73), Pietro Paolo Virdis (1986/87), Marco van Basten (1989/90 y 1991/91) y Andriy Shevchenko (1999/00 y 2003/04).
Es uno de los clubes de mayor prestigio en el mundo; siendo, además, el conjunto europeo y uno de los dos en el mundo con mayor número de trofeos internacionales oficiales, con 18 en total, habiendo ganado siete veces la Liga de Campeones de la UEFA (en once finales disputadas), además de haberse adjudicado en cinco ocasiones la Supercopa de Europa, en dos la Recopa de Europa, en tres la Copa Intercontinental y en una la Copa Mundial de Clubes.
Disputa el llamado Derbi de Milán contra el Inter, club con el cual mantiene una gran rivalidad histórica.
El primer período de Rocco (1961-1963)
Para la temporada de 1961/62, el Milan contrató al legendario Nereo Rocco como nuevo director técnico del equipo, siendo uno de los principales difusores del célebre catenaccio y el primero en aplicarlo en Italia. Rocco gozó, además, de mucho aprecio por parte de los tifosi rossoneri (considerado por los mismos aficionados como el mejor entrenador del club del siglo XX[6] ) y de sus propios jugadores. Con una escuadra compuesta de jugadores de la talla de Rivera, Cesare Maldini, Giovanni Trapattoni y sumados al debut en Serie A de Giovanni Lodetti (juvenil del Milan que se transformó en una pieza fundamental en el once titular del equipo de Rocco) y las contrataciones de Gino Pivatelli y del brasileño Dino Sani; el Milan se consagró, en aquella temporada, como campeón de Italia por octava ocasión en su historia.
Para la temporada de 1961/62, el Milan contrató al legendario Nereo Rocco como nuevo director técnico del equipo, siendo uno de los principales difusores del célebre catenaccio y el primero en aplicarlo en Italia. Rocco gozó, además, de mucho aprecio por parte de los tifosi rossoneri (considerado por los mismos aficionados como el mejor entrenador del club del siglo XX[6] ) y de sus propios jugadores. Con una escuadra compuesta de jugadores de la talla de Rivera, Cesare Maldini, Giovanni Trapattoni y sumados al debut en Serie A de Giovanni Lodetti (juvenil del Milan que se transformó en una pieza fundamental en el once titular del equipo de Rocco) y las contrataciones de Gino Pivatelli y del brasileño Dino Sani; el Milan se consagró, en aquella temporada, como campeón de Italia por octava ocasión en su historia.
En la campaña de 1962/63 y tras la ida de Sandro Salvadore a la Juventus y la contratación de Bruno Mora; el equipo conquistó la Copa de Campeones luego de derrotar en la final (disputada en el mítico estadio de Wembley) al Benfica portugués y luego de estar abajo en el marcador tras un gol de Eusébio, llegó a la remontada y la obtención del torneo, de la mano de dos goles de Altafini (alineando en el partido final a Giorgio Ghezzi; Mario David, Cesare Maldini, Mario Trebbi; Víctor Benítez, Giovanni Trapattoni; Gino Pivatelli, Dino Sani, José Altafini, Gianni Rivera y Bruno Mora). Al final de la temporada, Andrea Rizzoli dejó la presidencia del club, luego de 9 temporadas en las que se inauguró el centro deportivo Milanello en 1963, además de la obtención, siempre bajo su mandato, de cuatro scudetti, una Copa Latina y una Copa de Campeones. En el campeonato italiano, el equipo finalizó en la tercera ubicación. Al término de la temporada, Nereo Rocco dimitió como director técnico del equipo, haciéndose cargo del Torino, mientras que Pivatelli se retiró del fútbol.
Liedholm a Silvestri (1963-1967)
El Milan dio inicio a la temporada de 1963/64, con la asignación de Felice Riva como nuevo presidente del Milan y la contratación de Nils Liedholm en el cargo de director técnico y del brasileño Amarildo (proveniente del Botafogo y campeón con su país en la Copa Mundial de Chile '62). El cuadro rossonero disputó la final de la Copa Intercontinental (instaurada en 1960), en la que cayó ante el Santos de Pelé. En esa final, el Milan empezó ganando por 4:2, pero en el partido de vuelta perdieron por idéntico marcador en el Estadio Maracaná, y en un partido de desempate el equipo de O Rei ganó el título por la mínima diferencia. También se disputó la Copa de Campeones (en condición de campeón vigente), donde se llegó hasta cuartos de final, cayendo ante el Real Madrid. El equipo perdió por 1:4 en España, pero quedando a un gol de lograr la hazaña en el partido de ida (donde los rossoneri se impusieron por 2:0). Durante el campeonato local, el Milan volvió a finalizar en el tercer puesto, a tres unidades del Inter y el Bologna (siendo este último el campeón). Una vez finalizada la temporada, Dino Sani retornó a Brasil para jugar por el Corinthians.
El Milan dio inicio a la temporada de 1963/64, con la asignación de Felice Riva como nuevo presidente del Milan y la contratación de Nils Liedholm en el cargo de director técnico y del brasileño Amarildo (proveniente del Botafogo y campeón con su país en la Copa Mundial de Chile '62). El cuadro rossonero disputó la final de la Copa Intercontinental (instaurada en 1960), en la que cayó ante el Santos de Pelé. En esa final, el Milan empezó ganando por 4:2, pero en el partido de vuelta perdieron por idéntico marcador en el Estadio Maracaná, y en un partido de desempate el equipo de O Rei ganó el título por la mínima diferencia. También se disputó la Copa de Campeones (en condición de campeón vigente), donde se llegó hasta cuartos de final, cayendo ante el Real Madrid. El equipo perdió por 1:4 en España, pero quedando a un gol de lograr la hazaña en el partido de ida (donde los rossoneri se impusieron por 2:0). Durante el campeonato local, el Milan volvió a finalizar en el tercer puesto, a tres unidades del Inter y el Bologna (siendo este último el campeón). Una vez finalizada la temporada, Dino Sani retornó a Brasil para jugar por el Corinthians.
Durante la temporada de 1964/65, el Milan disputó palmo a palmo el título con el Inter de Helenio Herrera, finalizando en la segunda ubicación. Al final de aquella campaña, José Altafini y Mario David pasaron a las filas del Napoli y la Sampdoria respectivamente, mientras que Giorgio Ghezzi se retiró del futbol, luego de seis temporadas en el cuadro lombardo.
En la siguiente campaña (1965/66) y a pesar del gran conjunto con el que se contaba, entre los que destacaban los refuerzos de Angelo Benedicto Sormani (il Pelè bianco) y Karl-Heinz Schnellinger (Volkswagen), el equipo culminó en la séptimo ubicación. Al final de la temporada, Cesare Maldini pasó a las filas del Torino.
En la temporada de 1966/67 y tras la dimisión de Liedholm como entrenador del Milan, el cargo recayó en el ex jugador rossonero, Arturo Silvestri. A ello se sumaron las contrataciones de Angelo Anquilletti y de Roberto Rosato, dando inicio a la segunda estela de títulos de aquella década. A pesar de finalizar en el octavo puesto de la liga italiana, el equipo conquistó la primera Copa de Italia della società. En un tramo donde eliminó a la Juventus en tiempo suplementario, por un marcador final de 2:1, el cuadro lombardo disputó la final ante el Padova (que había eliminado al Inter), el 14 de junio de 1967 en el Olímpico de Roma, logrando imponerse por la cuenta mínima, gracias a un tanto de Amarildo (en la que fue su última temporada en el Milan) en el cuarto minuto del tiempo complementario.
Rocco y su segundo período (1967-1973)
Para la sucesiva temporada (1967/68), Nereo Rocco retornó como director técnico del equipo, donde contó con lo servicios del sueco Kurt Hamrin, el experimentado meta Fabio Cudicini (Ragno Nero), Saul Malatrasi y el regreso de Pierino Prati, quien había debutado en la campaña anterior con el Milan, siendo cedido al Savona de la Serie B. Gracias a los goles de Prati (capocannoniere con 15 tantos), Hamrin y Sormani, el Milan se proclamó campeón de Italia por novena vez, ganando con relativa comodidad y dominando plenamente en la segunda mitad del campeonato, totalizando nueve puntos de ventaja sobre su más cernano escolta, una vez finalizadas las treinta jornadas. En la Copa Italia, el equipo logró clasificarse al grupo final (modalidad que se mantuvo desde aquella edición hasta 1971) o all'italiana, compartiendo el grupo junto al Bologna, Inter y Torino. Tras vencer por 4:2 a los neroazurri, el equipo cayó por 1:2 ante el Bologna, perdiendo el torneo tras la victoria del Toro por 2:1 sobre el Inter. En el ámbito europeo y en su primera participación en la Recopa de Europa, el equipo eliminó en semifinales al Bayern Munich (2:0 en Italia y empate sin goles en Alemania), por lo accedió a disputar la final ante el Hamburgo, sobre el cual se impuso por 2:0 (con una doppietta de Hamrin), conseguiendo así, su segundo título a nivel internacional. Aquella campaña significó la despedida de Kurt Hamrin (con 37 años) del equipo.
Con el refuerzo de Nestor Combin (francés de origen argentino), la década de gloria tuvo broche de oro al conseguir al consagrarse, una vez más, en el ámbito internacional tras conquistar por segunda vez la Liga de Campeones, en la campaña de 1968/69. El partido decisivo se disputó en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, un 28 de mayo de 1969, frente al Ajax de los Países Bajos, que contaba en aquella época con un joven Johan Cruyff. Ante 31 mil espectadores, el cuadro de Nereo Rocco se impuso por 4:1, gracias a un gol de Angelo Sormani y una tripletta de Pierino Patri (en un equipo compuesto por Fabio Cudicini; Saul Malatrasi, Angelo Anquilletti, Karl-Heinz Schnellinger, Roberto Rosato, Giovanni Trappattoni; Giovanni Lodetti, Gianni Rivera; Kurt Hamrin, Angelo Sormani y Pierino Prati). En el campeonato italiano, el equipo disputó el título ante la Fiorentina y el Cagliari de Gigi Riva. El Milan se mantenía en la segunda ubicación, a dos unidades de la squadra viola, pero en la penúltima jornada, un empate sin goles ante el Napoli y la subsecuente victoria de la Fiorentina de 2:0 ante la Juventus, acabó con el título en Florencia. El equipo finalizó en la tercera ubicación. Una vez finalizada la campaña y tras siete jornadas en el Milan, Bruno Mora se retiró del fútbol.
Ya dando inicio a la temporada de 1969/70, el Milan se adjudicó su primera Copa Intercontinental, luego de vencer a Estudiantes de La Plata de Argentina 3:0 en Italia y resisitir el 1:2 en contra, en condición de visita. En su séptima participación en la Copa de Campeones, quedó eliminado en segunda ronda ante el Feyenoord neerlandés (a la postre, campeón de aquella edición). En el campeonato italiano, el cuadro lombardo culminó en la cuarta ubicación. Al final de aquella campaña y tras disputar más de 200 partidos en el Milan, Giovanni Lodetti fue traspasado por la Sampdoria.
En la temporada de 1970/71, para el Calciomercato Estivo, Lodetti (quien pasó a las filas de la Sampdoria) y Sormani se desvincularon del equipo, arribando, en reemplazo, jugadores como Giorgio Biasolo, Giulio Zignoli y Romeo Benetti. El Milan, guiado por Rocco y Rivera, seguía disputando torneos a gran nivel, llegando al grupo final de la Copa Italia. Luego de vencer a la Fiorentina (líder en aquel momento) en la última jornada, el equipo terminó igualado en puntos con el Torino, por lo que el título debió dirimirse en un partido único, jugado en Génova. Luego de empatar sin goles en el tiempo reglamentario y en el suplemento, el cuadro rossonero cayó finalmente por 5:3 en la definición por penales. En el campeonato local, el equipo disputó palmo a palmo el scudetto ante el Inter, finalizando en la segunda plaza. Dicha posición, lo clasificó (junto a otros tres equipos) a la recién instaurada Copa de la UEFA.
Para el inicio de la siguiente temporada (1971/72), se retiró Giovanni Trapattoni, mientras que el equipo se renovó con la llegada de Giuseppe Sabadini, Albertino Bigon y Riccardo Sogliano. El equipo logró llegar hasta semifinales de la Copa de la UEFA, donde cayó ante el Tottenham inglés (a la postre campeón), por un global de 2:3. Aquella campaña trajo consigo la conquista de la segunda Copa de Italia, tras dejar en el camino a la Juventus y el Inter de Milán, en la liguilla de semifinales y disputar la final ante el Napoli, al cual venció por 2:0 (con un gol de Rosato y otro en propia puerta). En el campeonato local, el cuadro rossonero acabó nuevamente en la segunda ubicación, llegando a definir todo en la última jornada.
La siguiente temporada (1972/73) la escuadra de Rocco se reforzó con la llegada Luciano Chiarugi, proveniente de la Fiorentina. Tras el retiro de Cudicini, la titularidad en el pórtico la disputaron Pierangelo Belli y William Vecchi, con la consecuente consagración de este último. Aquella campaña se marcó como una de las más emocionantes, al concretar grandes partidos, como el 9:3 Atalanta) y disputar palmo a palmo la liga ante la Juventus, la cual tuvo que decidirse en la última jornada donde perdió sorpresivamente ante el Verona por 3:5, en la denominada fatal Verona. Tras finalizar en la segunda ubicación y con Gianni Rivera como capocannoniere de aquel torneo, el Milan disputó un nueva final de la Copa Italia, conquistándola por tercera ocasión en la historia del club. Dirimendo el título ante la Juventus, el cuadro rossonero logró imponerse por 5:2 en penales luego de empatar a un gol y con una gran actuación del meta Vecchi. Alienando con William Vecchi, Giuseppe Sabadini, Giulio Zignoli, Angelo Anquilletti, Maurizio Turone, Roberto Rosato, Riccardo Sogliano, Romeo Benetti, Albertino Bigon, Gianni Rivera y Luciano Chiarugi; el equipo logró ganar el quinto título internacional del club, al conseguir la segunda Recopa de Europa (alineando únicamente con italianos a raíz de la prohibición de futbolistas extranjeros en la liga italiana durante la década de 1970), luego de vencer en la final al Leeds United inglés por 1:0, con gol de Chiarugi y otra destacada participación de Vecchi. Al final de la temporada y tras 209 partidos disputados y 102 goles, Patri pasó a las filas de la Roma, mientras que Rosato fue transferido al Genoa. Al final de la temporada y luego de un exitoso regreso al club lombrado, Nereo Rocco dejó al Milan y se unió a las filas de la Fiorentina.
La conquista de la La Stella d’Oro
La conquista de la La Stella d’Oro
Tras la desvinculación de Nereo Rocco del equipo, luego dos períodos de un total de de ocho temporadas como entrenador del Milan, el presidente Albino Buticchi asignó a Gustavo Giagnoni como nuevo director técnico para la temporada de 1973/74. El equipo disputó la primera edición de la Supercopa de Europa donde fue derrotado por el Ajax de Johann Cruyff (el cual, por entonces, dominaba Europa), luego de haber ganado 1:0 en Milán y caer por 0:6 en Amsterdam. Durante aquella campaña se logró alcanzar una nueva final de la Recopa de Europa, dejando al Borussia Monchengladbach alemán (estandarte del fútbol teutón en los '70 junto al Bayern Munich) en semifinales, por un global de 2:1 (2:0 en casa y 0:1 de visita). A pesar de ello, el equipo cayó en la final ante el sorprendente 1.FC Magdeburg (de la antigua RDA) por 0:2. Para el final de la campaña y luego de 284 partidos con el Milan a lo largo de nueve temporadas, Schnellinger se despidió del club para retornar a Alemania, mientras que Sogliano se retiró del fútbol.
Para la temporada de 1974/75 y con la consolidación de Aldo Madera (conocido como Maldera III) en la titularidad del equipo, la llegada del portero Enrico Albertosi (cedido del Cagliari) y el arribo de Aldo Bet; el cuadro rossonero acabó quinto en la liga, con lo que accedió a disputar la Copa de la UEFA. En la Copa de Italia se siguió destacando superando al Inter de Milán y a la Juventus en la liguilla de semifinales, por lo que consiguió llegar a la final, la cual se disputó el 28 de junio en el estadio Olímpico de Roma, donde el equipo no pudo doblegar a la Fiorentina, ante la cual cayó por 2:3 (sin poder contar con el trabajo de Gianni Rivera).
Dando inicio a la temporada de 1975/76, finalizó la presidencia de Buticchi, siendo Bruno Pardi (a quien lo reemplazó Vittorio Duina al final de temporada) el nuevo timonel de la sociedad. El equipo alcanzó un meritorio tercer puesto en la liga y arribó a cuartos de final de la Copa de la UEFA, en la cual cayó contra el Club Brujas de belga por un global de 2:3 (0:2 de visita y 2:1 en condición de local).
Dando inicio a la temporada de 1975/76, finalizó la presidencia de Buticchi, siendo Bruno Pardi (a quien lo reemplazó Vittorio Duina al final de temporada) el nuevo timonel de la sociedad. El equipo alcanzó un meritorio tercer puesto en la liga y arribó a cuartos de final de la Copa de la UEFA, en la cual cayó contra el Club Brujas de belga por un global de 2:3 (0:2 de visita y 2:1 en condición de local).
A pesar de las contrataciones de Fabio Capello y el debut en Serie A de Fulvio Collovati (formado en el equipo juvenil del Milan), el equipo sufrió la perdida de Romeo Benetti y Luciano Chiarugi, dos elementos fundamentales en el esquema. El Milan tuvo un irregular desempeño en el campeonato durante la temporada de 1976/77, lo cual lo tuvo a las puertas de perder la categoría. Debido a una serie de 17 empates, solo 3 victorias y el dejar al equipo (tras la antepenúltima jornada y luego de caer por 0:2 ante el Torino) en puestos de descenso, el entrenador Giuseppe Marchioro, fue reemplazado por Nereo Rocco. Para la antepenúltima jornada, el Milan recibió al Catanzaro, un rival directo por la lucha de la permanencia. El equipo logró imponerse por un marcador final de 3:2, no sin antes sufrir, tras de ir en ventaja por 3:0. Tras ganarle al Cesena por 2:0 (con una doppietta de Gianni Rivera), el club lograba mantenerse en la máxima categoría. A pesar de los pormenores, Il Diavolo accedió a una nueva final de la Copa de Italia donde lo esperaba el Inter de Milán, al cual derrotó por 2:0, adjudicándose el trofeo por cuarta vez en su historia. El equipo también tuvo una destacada participación en la Copa de la UEFA, llegando hasta la tercera ronda, donde cayó ante el Athletic de Bilbao (por un global de 4:5, a raíz de un 1:4 en España y un 3:1 en Italia), pero estando a un gol de forzar la prórroga en el partido de vuelta disputado en San Siro.
Para la campaña de 1977/78, Nils Liedholm asumió como nuevo director técnico del equipo y con refuerzos de jugadores como Roberto Antonelli y Ruben Buriani, el Milan finalizó en una meritoria cuarta ubicación y otorgándole al equipo un nuevo aire de renovación, que se veía reflejado en el juego ofensivo que planteaba el sueco. El equipo también disputó, por cuarta ocasión, la Recopa de Europa, donde quedó eliminado en primera ronda ante el Betis español, por un global de 2:3 (0:2 en España y 2:1 en Milán). El 23 de abril de 1978, en la victoria por 2:1 sobre el Hellas Verona, debutó en Serie A Franco Baresi, futuro abanderado y capitán del Milan. Al final de la temporada, Sabadini se unió a las filas del Catanzaro.
La temporada de 1978/79, cerraba la década de los setenta, la cual significó el retiro de Gianni Rivera (quien disputó 650 partidos y concretó 160 goles con el Milan) y la conquista del décimo título de liga (Lo Scudetto della Stella). Con los refuerzos de Walter Novellino (proveniente del Perugia) y de Stefano Chiodi (procedente del Bologna), Liedholm armó un cuadro competitivo que ejercía su filosofía de fútbol ofensivo, plasmado en su esquema con una única punta (Chiodi) que era abastecida por el constante peligro que ejercían a sus espaldas jugadores como Maldera, Novellino, Antonelli y Bigon. La escuadra de Liedholm comenzó de gran manera el campeonato, ganando nueve de los diez puntos posibles tras las primeras cinco jornadas disputadas.
Para el girone di ritorno, el equipo no soltó la punta y gracias a un empate del Perugia (su único escolta y quien terminó sin conocer derrotas) en la penúltima jornada, se consagraba como campeón de Italia por décima ocasión en su historia. Fue a partir de ese trofeo que el Milan incorporó a su camisa la Stella d’Oro (estrella de oro al mérito deportivo). En el ámbito europeo, el equipo logró situarse nuevamente en la tercera fase de la Copa de la UEFA, donde quedó eliminado ante el Manchester City inglés, luego de empatar a dos tantos en Italia y perder por 0:3 en Inglaterra.
Los años difíciles (1980-1986)
Los años difíciles (1980-1986)
Después de terminar terceros en la temporada de 1979/80 y de quedar eliminados en primera ronda de la Copa de Campeones (frente al Porto, tras empatar sin goles en la ida y caer por 0:1 en Milán), el presidente del club rossonero, Felice Colombo, entre otros dirigentes del club, estuvo involucrado en el denominado Totonero. Después de su respectivo juicio (en el que Colombo y el portero del club, Enrico Albertosi, fueron sancionados de por vida) el Milan (entre otros clubes como la Lazio, el Avellino y el Bologna) descendió a la Serie B del fútbol italiano.
Para la temporada subsiguiente (1980/81), la escuadra lograba el ascenso a la Serie A tras terminar en la primera posición del campeonato, con Roberto Antonelli como capocannoniere del torneo y bajo la presidencia de Gaetano Morazzoni. En la Copa de Italia, el equipo no pasó la primera fase, donde pudo enfrentar al Inter de Milán, ante el cual perdió por la mínima.
En la temporada de 1981/82, con Giuseppe Farina como presidente del club y tras una desafortunada campaña, el club regresó nuevamente a la Serie B.
Para la temporada subsiguiente (1980/81), la escuadra lograba el ascenso a la Serie A tras terminar en la primera posición del campeonato, con Roberto Antonelli como capocannoniere del torneo y bajo la presidencia de Gaetano Morazzoni. En la Copa de Italia, el equipo no pasó la primera fase, donde pudo enfrentar al Inter de Milán, ante el cual perdió por la mínima.
En la temporada de 1981/82, con Giuseppe Farina como presidente del club y tras una desafortunada campaña, el club regresó nuevamente a la Serie B.
Bajo la guía de entrenador Ilario Castagner (en la temporada de 1982/83), el Milan logró ser promovido a la Serie A (tras terminar en la primera ubicación), gracias, en gran medida, a las grandes actuaciones de Mauro Tassotti (siendo capitán) y Alberigo Evani, dos futuras estrellas de la sociedad.
En una temporada de transición (1983/84), al Milan llegaron Filippo Galli (quien jugó hasta 1997, disputando 217 partidos con la maglia rossonera) y Luciano Spinosi, entre otros refuerzos, con los cuales, el equipo se ubicó en la octava posición.
Farina se empeñó en construir una escuadra competitiva, contratando a Nils Liedholm (luego de sus sobresalientes resultados al mando de la Roma ) como entrenador y fichando a jugadores como Pietro Paolo Virdis (quien fue una pieza clave en el resurgimiento del club), Mark Hateley (Attila), Ray Wilkins (Butch) y Agostino Di Bartolomei. Así se daba inicio a la temporada de 1984/85, donde el equipo logró un meritorio quinto puesto que le daba acceso a disputar la Copa de la UEFA. En la Copa de Italia y luego de eliminar a la Juventus y al Inter (en cuartos de final y semifinal, respectivamente), disputó la final ante la Sampdoria, ante la cual cayó por un global de 1:3. El 20 de enero de aquella temporada, debutó ante el Udinese, Paolo Maldini (uno de los máximos emblemas en la historia del Milan).
Para la siguiente campaña (1985/86), el Milan contrató a Paolo Rossi (Balón de Oro en 1982) quien formó un tridente junto a Virdis y Hateley. A pesar de ello, el quipo no lograba destacarse en el campeonato local. La sorpresiva eliminación en la tercera ronda de la Copa de la UEFA, ante el Waregem belga, desencadenó en la dimisión de Farina como presidente del club.
Pos inmortales de Sacchi (1987-1991)
Para la temporada de 1987/88, el Milan estrenó al prometedor Arrigo Sacchi (ex Parma) como nuevo entrenador del equipo, quien profesaba un fútbol total basado en un pressing continuo, la conquista de los espacios dentro del campo, una defensa en zona, un notable manejo de la táctica del fuera de juego y un gran número de jugadores polivalentes que suplían a los delanteros. El método de Sacchi era ante todo impresionante por la sensación de bloque colectivo que desprendía. Todos los jugadores se desplazaban en cojunto y al mismo tiempo en la dirección del balón, bajaban y subían, no solamente todos juntos, sino permaneciendo a la misma distancia unos de otros, sin perder más de un metro. Era una máquina de una eficacia temible, que emularían luego muchos otros equipos. Sacchi también contó con un grupo de primer orden al disponer, en una sólida defensa, de la guía del capitán Franco Baresi, sumado a Paolo Maldini, Alessandro Costacurta y Mauro Tassotti. El resto de los estratos del campo, incluían la solvencia del meta Giovanni Galli, un férreo mediocampo compuesto por Roberto Donadoni, Angelo Colombo y Carlo Ancelotti; a lo que se sumaba el ataque de talentos como Marco van Basten y Ruud Gullit, quienes desplegaban su juego en la compañía del instinto goleador de Pietro Paolo Virdis. Con Van Basten lesionado y perdiéndose prácticamente toda la temporada, el Milan concentraba sus fuerzas en el torneo local (luego de quedar eliminado en la segunda ronda de la Copa de la UEFA frente al Espanyol por un global de 0:2), disputándolo ante el Napoli de Maradona. La victoria en el San Siro ante el campeón italiano por 4:1, marcaría el inicio de una apasionante remontada en la tabla de posiciones de la squadra rossonera. A sólo tres jornadas del término del campeonato y con el Napoli aventajando al Milan por una unidad, el cuadro de Sacchi visitaba el Stadio San Paolo donde el equipo logró imponerse por 2:3, situándose como exclusivo líder. Luego del empate 1:1 contra el Como en la última jornada, el Milan conquistó su undécimo scudetto. Fue en esa liga donde nació el grupo y la denominación de Gli Immortali di Sacchi (los inmortales de Sacchi), además de dar inicio a uno de los períodos más gloriosos en la historia del club.
Marco van Basten, jugador del Milan entre 1987 y 1995, donde fue una de las piezas en la consecución del Scudetto, la Copa de Europa y la Copa Intercontinental, además de ser escogido como el mejor jugador de Europa y del Mundo.
Marco van Basten, jugador del Milan entre 1987 y 1995, donde fue una de las piezas en la consecución del Scudetto, la Copa de Europa y la Copa Intercontinental, además de ser escogido como el mejor jugador de Europa y del Mundo.
En la sucesiva temporada (1988/89), se configuró el legendario trío neerlandés (a casi cuarenta años del célebre GreNoLi) con el arrivo de Frank Rijkaard, en reemplazo del argentino Claudio Borghi. El Milan daba inicio a la campaña disputando la recién instaurada Supercopa de Italia (la cual enfrenta a los ganadores del Scudetto y la Copa de Italia) ante la Sampdoria en el Giuseppe Meazza. Luego de ir abajo en el marcador, logró imponerse por 3:1 gracias a los tantos de Graziano Mannari, Rijkaard y Van Basten. El equipo volvió a disputar la Copa de Campeones, donde en la segunda ronda se enfrentó al Estrella Roja de Belgrado. Luego de igualar 1:1 en Milán, la squadra de Sacchi se vio en desventaja de 0:1, además de tener que disputar el resto del partido con un hombre menos (tras la expulsión de Virdis). A estas alturas, el partido tuvo que suspenderse momentáneamente a causa de una densa neblina, pero tras la reanudación, el cuadro rossonero logró igualar el marcador y forzar los penales, donde finalmente se impuso por 4:2. En cuartos de final se enfrentó al Werder Bremen alemán, al cual eliminó en una muy cerrada eliminatoria, luego de igualar sin goles en Alemania y sentenciar todo tras un 1:0 en San Siro. La semifinal la disputó ante el Real Madrid, donde igualó en España (en un partido que lo tuvo como claro dominador y donde le anularon un legítimo gol) por 1:1 gracias a la contundecia goleadora de Van Basten. La definición se cerró gracias al memorable 5:0 en Milán. Esa victoria situó al Milan en la final que se disputó en el Camp Nou y frente al temible equipo rumano del Steaua Bucarest (campeones de Europa en 1986). La victoria contundente (magistral a nivel tanto táctico como técnico) de 4:0 dejó en evidencia el vistoso juego del equipo y las grandes individualidades que poseía, al ser Gullit y Van Basten (con una doppietta de cada uno) quienes concretasen los goles que le otorgaban al Milan, su tercera Copa de Campeones y su sexto título a nivel internacional. En el campeonato local, el equipo acabó en la tercera ubicación.
Al igual que la temporada anterior, el club siguió encantando a Europa y al mundo con grandes actuaciones. La temporada de 1989/90, lo vio coronarse con la obtención de la primera Supercopa de Europa tras batir, con un único gol de Alberigo Evani en la ida (luego de igualar 1:1 en España), al Barcelona. A ello se le sumó la conquista de la segunda Copa Intercontinental, tras vencer al Atlético Nacional de Colombia, en Tokio (Japón). En un disputado partido con ambos conjuntos jugando con una gran cautela y finalizando empate sin goles en el tiempo regular, el encuentro se definió en el minuto 118', tras un gol de tiro libre de Evani. El resto de la campaña tuvo a un Milan a un paso de conseguir el considerado trebol (La obtención del Campeonato, la Copa Nacional y la Copa de Campeones). El título de liga (con Van Basten como máximo goleador del torneo con 19 tantos) lo disputó palmo a palmo con el Napoli, cediendo la punta (compartida) a una jornada del termino. En la Copa Italia, el Milan eliminó en semifinales al Napoli, tras empatar sin goles en Milán y vencer gracias a los tantos de Massaro y Van Basten, por 3:1 en la ida. De esta manera accedió a nueva final, la cual perdió por un global de 0:1 ante la Juventus. En el frente internacional, la squadra revalidó el título de campeón de Europa, luego de un complejo tramo. Para la segunda ronda, el equipo volvió a enfrentar al Real Madrid, al cual eliminó luego de imponerse por 2:0 en Italia y resistir un 0:1 en la ida. La llave de semifinales la disputó ante el Bayern Munich, al que derrotó por 1:0 en el San Siro y gracias a un gol vital de visitante, el equipo pudo sortear el 1:2 en contra en Alemania. De esta manera, el Milan accedió a su quinta final de la Copa de Campeones, la cual tuvo lugar en Viena, el 23 de mayo de 1990 y frente al Benfica. Gracias a una líneas organizadas y un solitario gol de Frank Rijkard al minuto 23' del tiempo complementario, el Milan añadió a sus vitrinas su cuarta orejona.
En la temporada de 1990/91 y tras la ida de Giovanni Galli al Napoli, el equipo se estrenó con la obtención de la segunda Supercopa de Europa, al derrotar a la Sampdoria por 2:0 en el San Siro (con goles de Gullit y Van Basten), luego de haber logrado igualar 1:1 en la ida (gracias a un gol de Evani). Los dirigidos por Sacchi, también revalidaron la Copa Intercontinental, luego de vencer claramente al Olimpia de Paraguay por 3:0, gracias a dos goles de Rijkaard (minutos 43' y 65') y uno de Giovanni Stroppa (minuto 61'). En la Liga de Campeones, la squadra rossonera disputó los cuartos de final ante el Olympique de Marsella. En el partido de vuelta y tras igualar 1:1 en Italia, el equipo se econtraba en desventaja de 0:1, cuando a pocos minutos del final, uno de los reflectores del estadio se apago. El Milan no volvió al campo en forma de protesta, una vez solucionado el problema técnico, por lo que se le imposibilitó la participación en Europa al año siguiente. En el campeonato local, el equipo acabó en la segunda ubicación tras la Sampdoria. Al final de la campaña, Arrigo Sacchi dimitió como entrenador para hacerse cargo de La Nazionale con lo que el Milan iniciaba una nueva etapa al mando, una vez más, de Fabio Capello.
Los invencibles de Capello (1991-1996)
A lo largo de toda la temporada de 1991/92 y durante toda su carrera en el Milan, el entrenador friulano fue reconocido por sus dotes de gran motivador y por el de desarrollar un estricto trabajo con sus pupilos. Enfocándose en la obtención del campeonato de liga (el duodécimo de la Sociedad), Capello y el equipo lograrían su cometido en un campeonato récord, que les valió el apodo de Gli Invincibili (los invencibles). Con el registro de 56 puntos y sin conocer la derrota en aquel campeonato, el Milan se transformó en el segundo equipo italiano en terminar de manera invicta el campeonato (junto al Perugia de 1979) y el primero en ganarlo, manteniendo la imbatibilidad durante todo el proceso. Aquel conjunto obtuvo un total de 74 tantos (una media de 2 por partido), concretando algunos memorables partidos para el club, como el 5:0 al Napoli, el 5:1 a la Sampdoria (defensora del título) o el 8:2 al Foggia (el equipo revelación de aquella temporada). En el contexto individual, el Milan destacó al adjudicarse Van Basten (por segunda ocasión en su carrera) el título de capocannoniere con 25 goles.
Los invencibles de Capello (1991-1996)
A lo largo de toda la temporada de 1991/92 y durante toda su carrera en el Milan, el entrenador friulano fue reconocido por sus dotes de gran motivador y por el de desarrollar un estricto trabajo con sus pupilos. Enfocándose en la obtención del campeonato de liga (el duodécimo de la Sociedad), Capello y el equipo lograrían su cometido en un campeonato récord, que les valió el apodo de Gli Invincibili (los invencibles). Con el registro de 56 puntos y sin conocer la derrota en aquel campeonato, el Milan se transformó en el segundo equipo italiano en terminar de manera invicta el campeonato (junto al Perugia de 1979) y el primero en ganarlo, manteniendo la imbatibilidad durante todo el proceso. Aquel conjunto obtuvo un total de 74 tantos (una media de 2 por partido), concretando algunos memorables partidos para el club, como el 5:0 al Napoli, el 5:1 a la Sampdoria (defensora del título) o el 8:2 al Foggia (el equipo revelación de aquella temporada). En el contexto individual, el Milan destacó al adjudicarse Van Basten (por segunda ocasión en su carrera) el título de capocannoniere con 25 goles.
Luego de la obtención del scudetto récord, el Milan posaba sus ojos en Europa, pero sin dejar de lado otro suceso a nivel local. Durante la campaña de 1992/93, la sociedad adquirió, para el mercado estival, jugadores de calibre como el internacional francés Jean-Pierre Papin (Balón de Oro en 1991), el croata Žvonimir Boban, el serbio Dejan Savićević, y los italianos Stefano Eranio y Gianluigi Lentini. La temporada prosiguió la marcha triunfal del Milan de Capello al conquistar la segunda Supercopa de Italia, luego de vencer al Parma por 2:1, en un partido que comenzó con Van Basten concretando el primer desequilibrio y con Daniele Massaro finiquitando el duelo (a 20 minutos del término), luego del transitorio 1:1. En el campeonato de liga, el Milan logró extender a 58 los partidos sin conocer derrotas en la Serie A, toda una marca a nivel local y uno de los invictos más prolongadas en el plano internacional. Repitiendo el solido camino (con emocionantes partidos como el 7:3 a la Fiorentina o el 5:4 al Pescara) del torneo precedente, el Milan mantuvo el liderazgo y el control del campeonato desde la primera jornada, culminando con el bicampeonato y la obtención del decimotercer scudetto. Lamentablemente para el club y luego de trece jornadas, la plantilla perdió a Van Basten a causa de sus persistentes problemas físicos. Operado en Bélgica, el cigno di Utrecht se reencontraría con el grupo luego de cinco meses de recuperación. En el campo continental de la Copa de Campeones (renombrada esa temporada como Liga de Campeones de la UEFA), Il Diavolo se confirmaba como una muy sólida escuadra al vencer sus diez partidos disputados, marcar 23 tantos y ver vencida su valla en tan sólo una ocasión. El equipo finalizó primero de su grupo (teniendo de rivales al Goteborg, al PSV y al Porto) y accedió a disputar su sexta final, en un partido jugado en el Olympiastadion de Múnich ante el Olympique de Marsella. Contra todos los pronósticos, el equipo cayó por la cuenta mínima ante el cuadro francés. Aquel partido significó la última aparición en un campo de juego del gran Marco van Basten.
Fabio Capello, autor intelectual de uno de los ciclos más exitosos en la historia de la Sociedad.
En la temporada de 1993/94, el Milan cambió nombres, como el del trío neerlandés (al ser Gullit y Rijkaard traspasados y Van Basten estar cerca del retiro por una serie de infortunios), Alberigo Evani (luego de trece años con el club, fue cedido a la Sampdoria) y Gianluigi Lentini (víctima de un grave accidente automovilístico, quedó fuera del equipo por el resto de la campaña). Durante el mercado de fichajes, la plantilla acopló a jugadores como Brian Laudrup, Florin Răducioiu, Christian Panucci y (a mitad de la temporada) Marcel Desailly. Marco Simone se convirtió en un titular indiscutible y determinante en los resultados junto a Jean-Pierre Papin. En el inicio de la temporada, el Milan se adjudicó un nuevo trofeo al revalidar la Supercopa de Italia, luego de vencer (en una final jugada en Washington, Estados Unidos) al Torino, con un único gol de Marco Simone a los cuatro minutos del primer tiempo. Liderando el campeonato local, el equipo disputó la Copa Intercontinetal, el 12 de diciembre de 1993, en reemplazo del Olympique de Marseille, a raíz de los casos de corrupción ocurridos en el seno del club francés. Aquella final, jugada contra el Sao Paulo de Brasil, lo vio dos veces en desventaja, pero logrando igualar las acciones (Massaro al minuto 48' y Papin al 81'), aunque finalmente y a cuatro minutos del término, el equipo acabó cayendo por 2:3, en una disputada final. Para enero y febrero del año siguiente, el equipo participó (también por el caso de corrupción del Olympique de Marseille) en la Supercopa de Europa, la cual perdió ante el Parma, luego de ganar por 1:0 en la ida (gol de Papin) y de caer por 0:2 en San Siro (con un gol en el quinto minuto del tiempo suplementario). En el campo local, el Milan lograría establecer un dominio en la Serie A, al conseguir el decimocuarto scudetto de la sociedad y el tercero de manera consecutiva (a dos jornadas del termino del campeonato). Aquel torneo trajo números récord como la imbatibilidad del portero Sebastiano Rossi (929 minutos sin recibir un gol en la Serie A) y la cifra de goles en contra (15 en 34 jornadas). El prolífico año se cerraría en el plano europeo, al arribar invicto, a la tercera final de manera consecutiva de la Liga de Campeones (la séptima en la historia de Il Diavolo). El partido disputado en Atenas, el 18 de mayo de 1994, lo midió ante el Barcelona (el denominado Dream Team de Johann Cruyff). Sin ser considerado como favorito, el Milan jugó la que puede considerarse como la mejor final disputada por la sociedad en la Liga de Campeones. Con una doppietta de Massaro, un extraordinario gol de Savićević y la lápida de Desailly, los rossoneri lograron imponerse por un categórico 4:0. Así consiguieron llevar a Italia, la quinta orejona del club y el duodécimo trofeo a nivel internacional.
Fabio Capello, autor intelectual de uno de los ciclos más exitosos en la historia de la Sociedad.
En la temporada de 1993/94, el Milan cambió nombres, como el del trío neerlandés (al ser Gullit y Rijkaard traspasados y Van Basten estar cerca del retiro por una serie de infortunios), Alberigo Evani (luego de trece años con el club, fue cedido a la Sampdoria) y Gianluigi Lentini (víctima de un grave accidente automovilístico, quedó fuera del equipo por el resto de la campaña). Durante el mercado de fichajes, la plantilla acopló a jugadores como Brian Laudrup, Florin Răducioiu, Christian Panucci y (a mitad de la temporada) Marcel Desailly. Marco Simone se convirtió en un titular indiscutible y determinante en los resultados junto a Jean-Pierre Papin. En el inicio de la temporada, el Milan se adjudicó un nuevo trofeo al revalidar la Supercopa de Italia, luego de vencer (en una final jugada en Washington, Estados Unidos) al Torino, con un único gol de Marco Simone a los cuatro minutos del primer tiempo. Liderando el campeonato local, el equipo disputó la Copa Intercontinetal, el 12 de diciembre de 1993, en reemplazo del Olympique de Marseille, a raíz de los casos de corrupción ocurridos en el seno del club francés. Aquella final, jugada contra el Sao Paulo de Brasil, lo vio dos veces en desventaja, pero logrando igualar las acciones (Massaro al minuto 48' y Papin al 81'), aunque finalmente y a cuatro minutos del término, el equipo acabó cayendo por 2:3, en una disputada final. Para enero y febrero del año siguiente, el equipo participó (también por el caso de corrupción del Olympique de Marseille) en la Supercopa de Europa, la cual perdió ante el Parma, luego de ganar por 1:0 en la ida (gol de Papin) y de caer por 0:2 en San Siro (con un gol en el quinto minuto del tiempo suplementario). En el campo local, el Milan lograría establecer un dominio en la Serie A, al conseguir el decimocuarto scudetto de la sociedad y el tercero de manera consecutiva (a dos jornadas del termino del campeonato). Aquel torneo trajo números récord como la imbatibilidad del portero Sebastiano Rossi (929 minutos sin recibir un gol en la Serie A) y la cifra de goles en contra (15 en 34 jornadas). El prolífico año se cerraría en el plano europeo, al arribar invicto, a la tercera final de manera consecutiva de la Liga de Campeones (la séptima en la historia de Il Diavolo). El partido disputado en Atenas, el 18 de mayo de 1994, lo midió ante el Barcelona (el denominado Dream Team de Johann Cruyff). Sin ser considerado como favorito, el Milan jugó la que puede considerarse como la mejor final disputada por la sociedad en la Liga de Campeones. Con una doppietta de Massaro, un extraordinario gol de Savićević y la lápida de Desailly, los rossoneri lograron imponerse por un categórico 4:0. Así consiguieron llevar a Italia, la quinta orejona del club y el duodécimo trofeo a nivel internacional.
La era Capello continuaba en la senda del éxito al iniciar la temporada de 1994/95 con la obtención, en agosto, de la Supercopa de Italia (la cuarta del club y la tercera de manera consecutiva), en un partido disputado en el San Siro, donde el Milan se impuso a la Sampdoria por 4:3 en penales, luego de empatar 1:1 en el tiempo regular y suplementario (con un gol de Gullit que igualaba el marcador a siete minutos del término de los noventa minutos). En un campeonato algo irregular, el equipo finalizó en la cuarta ubicación, pero no sin antes disputar la Copa Intercontinental (la cual perdió sorpresivamente por 2:0 ante Vélez Sársfield de Argentina) y conquistar, en febrero del año siguiente, la tercer Supercopa de Europa de la sociedad y el decimo tercer torneo a nivel internacional. Aquel trofeo lo obtuvo ante el Arsenal, al que, luego de empatar sin goles en Inglaterra, se venció por 2:0 en Milán, tras sendos goles de de Boban y Massaro (al minuto 41' y 67', respectivamente). En la Liga de Campeones, el equipo tuvo un duro escollo (en la fase de grupos) ante el Ajax, perdiendo ambos partidos ante el cuadro neerlandés. Los dirigidos por Capello, lograron imponerse a los demás rivales, pero teniendo que disputar sus dos últimos partidos de local en el grupo, en un campo neutro de la ciudad de Trieste, tras un incidente en la victoria del equipo por 3:0 ante el Austria Salzburgo, en San Siro. Al Milan se le panalizó con dos puntos, por lo que se clasificó gracias a la diferencia de goles (luego de totalizar cinco unidades). En cuartos de final se midió al Benfica, al cual eliminó por un global de 2:0 (2:0 en Milán e igualdad sin goles en Lisboa), accediendo a semifinales donde logró dejar en el camino al Paris Saint-Germain, tras lograr ganar por 1:0 en la ida y finiquitar en el San Siro tras imponerse por 2:0. De esta manera, el Milan accedió a disputar su quinta final en siete años y la tercera de manera consecutiva. El partido decisivo tuvo lugar en Viena, el 24 de mayo de 1995 y ante el Ajax, donde, en una muy disputada final, el equipo cayó tras un único gol de Patrick Kluivert, a cinco minutos del término del tiempo regular.
La temporada de 1995/96, la última del ciclo de Capello y del decennio d'oro del Milan, dio inicio con la llegada de Il Codino Roberto Baggio (Balón de Oro en 1993) y del atacante liberiano, George Weah (proveniente del Paris Saint-Germain). Bajo la guía de Big George (autor de once goles), Baggio y Marco Simone, el Milan logró establecerse en la punta con una comoda ventaja de ocho puntos sobre la Juventus, en un campeonato plenamente dominado por la squadra rossonera, conquistando así, el decimoquinto título de liga de la sociedad. En la Copa UEFA y luego de un sólido camino, el equipo cayó en cuartos de final por 0:3 ante el Girondins de Bordeaux (en Francia), luego de haber ganado por 2:0 en el partido de ida disputado en el San Siro.
El inicio de una nueva Era
El inicio de una nueva Era
El Milan inició la temporada 1996/97 al mando del uruguayo Oscar Tabárez, quien fichó a jugadores como Christophe Dugarry, Edgar Davids, Michael Reiziger, Pietro Vierchowod, entre otros. El primer torneo en el que compitió fue la Supercopa de Italia (siendo la quinta vez que la disputaba) la cual perdió 1:2 ante la Fiorentina. En la Liga de Campeones, el equipo acabó eliminado, en la fase de grupos tras perder 2:1 ante el Rosenborg. Tabarez fue reemplazado por Arrigo Sacchi, quien no pudo revertir la suerte del equipo que terminó en la undécima posición. Al final de la temporada, se despidieron los históricos Franco Baresi (retirando el dorsal número 6 en su honor) y Mauro Tassotti.
En la temporada 1997/98 Fabio Capello tomó las riendas del equipo. Entre las contrataciones que solicitó y los dirigentes consiguieron estaban jugadores como Christian Ziege, Ibrahim Ba, Patrick Kluivert, Giampiero Maini, Massimo Taibi, Winston Bogarde, Maurizio Ganz, Jesper Blomqvist, Steinar Nilsen, Andreas Andersson y Leonardo. A pesar de ello el equipo acabó en la decima casilla de la Serie A. En la Copa de Italia (torneo donde se destacó el 5:0 al Inter de Milán en cuartos de final), logró acceder a la final, la cual perdió ante la Lazio por un marcador global de 2:3.
De Zaccheroni a Cesare Maldini (1998-2001)
Oliver Bierhoff, una de las piezas claves del scudetto de 1999.
En la temporada 1998/99, el Milan puso en las manos de Alberto Zaccheroni su esperanza de un repunte en un año de gran carga simbólica al tratarse del centenario de la asociación. Con un juego ofensivo, un inusitado módulo 3-4-3 y los fichajes de jugadores como Oliver Bierhoff, Roberto Ayala, Luigi Sala, Bruno N'Gotty, Federico Giunti, Andrés Guglielminpietro y Thomas Helveg; Zaccheroni, Zac para los tifosis, daba inició a una temporada que tenía contemplada una plaza a la Liga de Campeones. Hacia el final de la campaña, el equipo logró una racha de seis victorias consecutivas lo que lo dejó en la primera ubicación, por delante de la Lazio, dirigida entonces por Sven-Göran Eriksson. La definición se resolvió en la última jornada, donde Milan logró su séptima victoria en línea al imponerse 2:1 sobre Perugia en condición de visitante por lo que el cuadro rossonero obtuvo su decimosexto scudetto.
De Zaccheroni a Cesare Maldini (1998-2001)
Oliver Bierhoff, una de las piezas claves del scudetto de 1999.
En la temporada 1998/99, el Milan puso en las manos de Alberto Zaccheroni su esperanza de un repunte en un año de gran carga simbólica al tratarse del centenario de la asociación. Con un juego ofensivo, un inusitado módulo 3-4-3 y los fichajes de jugadores como Oliver Bierhoff, Roberto Ayala, Luigi Sala, Bruno N'Gotty, Federico Giunti, Andrés Guglielminpietro y Thomas Helveg; Zaccheroni, Zac para los tifosis, daba inició a una temporada que tenía contemplada una plaza a la Liga de Campeones. Hacia el final de la campaña, el equipo logró una racha de seis victorias consecutivas lo que lo dejó en la primera ubicación, por delante de la Lazio, dirigida entonces por Sven-Göran Eriksson. La definición se resolvió en la última jornada, donde Milan logró su séptima victoria en línea al imponerse 2:1 sobre Perugia en condición de visitante por lo que el cuadro rossonero obtuvo su decimosexto scudetto.
La temporada de 1999/00 se iniciaba con la adquisición del ucraniano Andriy Shevchenko (procedente del Dinamo de Kiev) y el duelo por la Supercopa de Italia, el cual se perdió por un marcador de 1:2, ante el Parma. El retorno al ámbito internacional, finalizó con la eliminación en fase de grupos de la Liga de Campeones, al perder por 2:3 ante el Galatasaray de Turquía. El equipo concluyó cuarto en la liga, por lo que accedió a disputar la fase previa de la Liga de Campeones.
En agosto, el Milan comenzó la temporada del 2000/01 ganando la llave eliminatoria ante el Dinamo Zagreb gracias a un 6:1 global, pero al caer eliminado en la (por entonces) segunda fase grupos y en vista de una hipotética final en su estadio, Zaccheroni era sustituído por Cesare Maldini. El equipo finalizó en la sexta ubicación, por lo que accedió a disputar la Copa de la UEFA. La histórica goleada 6:0 al Inter de Milán, es el suceso más recordado de aquella temporada.
El ciclo de Ancelotti (2001-2009)
Andriy Shevchenko, segundo goleador histórico del Milan.
Para el inicio de la temporada 2001/02 y con el turco Fatih Terim como nuevo director técnico, el Milan fichó a jugadores como Manuel Rui Costa, Filippo Inzaghi, Andrea Pirlo, Cristian Brocchi y Martin Laursen. Tras un inicio de campaña decepcionante, Terim fue reemplazado por Carlo Ancelotti, quien se mantendría hasta el 2009 como entrenador rosoonero, abriendo un nuevo ciclo de éxitos. En la Serie A equipo logró el cuarto puesto (que daba acceso a la fase previa de la Liga de Campeones) en la liga y posteriormente llegó hasta semifinales de la Copa de la UEFA, donde fue eliminado por el Borussia Dortmund, luego de caer por 0:4 en Alemania y de ganar por 3:1 en el San Siro.
El ciclo de Ancelotti (2001-2009)
Andriy Shevchenko, segundo goleador histórico del Milan.
Para el inicio de la temporada 2001/02 y con el turco Fatih Terim como nuevo director técnico, el Milan fichó a jugadores como Manuel Rui Costa, Filippo Inzaghi, Andrea Pirlo, Cristian Brocchi y Martin Laursen. Tras un inicio de campaña decepcionante, Terim fue reemplazado por Carlo Ancelotti, quien se mantendría hasta el 2009 como entrenador rosoonero, abriendo un nuevo ciclo de éxitos. En la Serie A equipo logró el cuarto puesto (que daba acceso a la fase previa de la Liga de Campeones) en la liga y posteriormente llegó hasta semifinales de la Copa de la UEFA, donde fue eliminado por el Borussia Dortmund, luego de caer por 0:4 en Alemania y de ganar por 3:1 en el San Siro.
En la temporada 2002/03 el Milan alcanzó la final de la Liga de Campeones, en una trayectoria que lo vio dejar en el camino a equipos como el Ajax (en un infartante partido de vuelta resuelto en el último minuto) en cuartos de final y al Inter de Milán en semifinal. El partido decisivo tuvo como marco al estadio Old Trafford y a la Juventus como rival, siendo la primera final disputada entre equipos italianos en esta competición. El cuadro rossonero se impuso por penales 3:2 luego de un empate sin goles. El ucraniano Andriy Shevchenko fue el encargado de ejecutar el penal decisivo que le otorgaba al Milan su sexta Liga de Campeones. Tres días después de la gloria europea, el Milan disputó (en el estadio San Siro) el partido de vuelta en la final de la Copa de Italia, ante la Roma (a la cual había vencido por 4:1 en la ida). A pesar de verse abajo por dos goles en el marcador, el descuento de Rivaldo otorgaba una mayor tranquilidad al cuadro milanés. El marcador no se movía y para el tercer minuto de descuento, cuando los dados ya estaban echados, Filippo Inzaghi igualó el encuentro para el 2:2 definitivo. De esta manera, el Milan se consagraba por quinta vez como campeón de la Copa de Italia.
Festejos tras la obtención del decimoseptimo Scudetto en mayo del 2004.
Ya en el inicio de la temporada 2003/04 y tras el arrivo de la joven promesa brasileña Kaká, junto al también brasileño Cafú y el italiano Giuseppe Pancaro, el Milan disputó la Supercopa de Europa frente al Porto sobre el cual se impuso gracias a un solitario gol de Andriy Shevchenko, añadiendo así a sus vitrinas, su cuarta Supercopa Europea y el decimoquinto trofeo internacional. Para el epílogo del 2003, se disputó la Copa Intercontinental, ante Boca Juniors de Argentina, perdiendo la final en definición por penales. Luego de un repunte en la liga, logró establecerse en la punta con relativa comodidad la cual no soltó, conquistando su decimoséptima liga a dos jornadas del término.
Festejos tras la obtención del decimoseptimo Scudetto en mayo del 2004.
Ya en el inicio de la temporada 2003/04 y tras el arrivo de la joven promesa brasileña Kaká, junto al también brasileño Cafú y el italiano Giuseppe Pancaro, el Milan disputó la Supercopa de Europa frente al Porto sobre el cual se impuso gracias a un solitario gol de Andriy Shevchenko, añadiendo así a sus vitrinas, su cuarta Supercopa Europea y el decimoquinto trofeo internacional. Para el epílogo del 2003, se disputó la Copa Intercontinental, ante Boca Juniors de Argentina, perdiendo la final en definición por penales. Luego de un repunte en la liga, logró establecerse en la punta con relativa comodidad la cual no soltó, conquistando su decimoséptima liga a dos jornadas del término.
En la temporada 2004/05 logró su quinta Supercopa de Italia al vencer a la Lazio por 3:0 (con una tripleta de Andriy Shevchenko). En el marco internacional, alcanzaba su décima final de la Liga de Campeones venciendo en el camino a escuadras como el Inter (en octavos de final y ganando ambos cotejos), el Manchester United (en cuartos) y el PSV (en semifinales y gracias a un gol clave en los últimos minutos de Massimo Ambrosini en el partido de ida). Disputando su segunda final en tres años, cayó en definición por penales ante el Liverpool luego de empatar 3:3.
En la temporada del 2005/06, sigue siendo protagonista del campeonato local y la Liga de Campeones, llegando en esta última a semifinales, tras vencer (en dramáticos partidos de vuelta en el San Siro) al Bayern Munich (en octavos de final y gracias a un categórico 4:1) y al Olympique de Lyon (en cuartos de final y resolviendo la eliminatoria en los últimos minutos). Cayó, en la que fue una disputada semifinal, ante el Barcelona por un marcador global de 0:1.
Kaká, jugador brasileño y una de las piezas fundamentales en la obtención del scudetto el 2004 y de la Liga de Campeones del 2007.
Kaká, jugador brasileño y una de las piezas fundamentales en la obtención del scudetto el 2004 y de la Liga de Campeones del 2007.
Tras el denominado Moggigate, donde recibió sanciones luego de haber pedido jueces de línea internacionales tras las polémicas sufridas en el partido ante el Siena (derrota de 1:2 con fallos arbitrales que le costaron al club rossonero el título), el Milan dio inicio a la liga 2006/07 con una penalización de 15 puntos (la cual se redujo a ocho) y de 30 en la temporada anterior (2005/06), lo que se tradujo en fichajes de bajo perfil. La situación se agravó aún más, tras la salida de Andriy Shevchenko del club. A pesar de los contratiempos, logró disputar la Liga de Campeones, donde se dio inicio a una campaña épica la cual emprendió desde cero, partiendo por eliminar (en la tercera fase previa) al Estrella Roja de Belgrado (luego de ganar 1:0 en el San Siro y 2:1 en la ida), con lo que accedió a la fase grupos. Durante el resto del torneo, logró dejar en el camino a equipos como el Celtic (en octavos de final), el Bayern Munich (en cuartos de final) y el Manchester United (en semifinales). Tras aquel largo tramo, el equipo accedió a su undécima final en esta competición. El duelo decisivo (jugado en Atenas) lo tuvo, una vez más, cara a cara frente al Liverpool, sobre el cual se impuso por 2:1 gracias a los goles de Filippo Inzaghi. De esta manera alcanzó su séptima corona europea y la decimosexta a nivel internacional.
En la temporada 2007/08, el Milan disputó, por octava ocasión en su historia, la Supercopa de Europa ante el Sevilla español, sobre el cual se impuso por 3:1, adjudicándose por quinta ocasión dicho trofeo. Posteriormente, tras vencer a Boca Juniors por un marcador de 4:2, se transformó en el primer club europeo en obtener la Copa Mundial de Clubes y en el club más laureado a nivel internacional hasta entonces. El cuadro rossonero arrivó hasta octavos de final en la Liga de Campeones, donde quedó eliminado ante el Arsenal. En el campeonato local finalizó en la quinta ubicación, clasificándose para la Copa de la UEFA.
En la temporada 2008/09, el Milán igualó en puntos con la Juventus en la segunda posición del campeonato local. En la Copa de la Uefa quedó eliminado por diferencia de gol ante el Werder Bremen en los dieciseisavos de final, tras igualar a un gol en Alemania y a dos en Italia en el partido de vuelta. En la Copa de Italia quedó eliminado ante la Lazio luego de perder 1:2 en partido único. Al final de la temporada y tras lograr la clasificación directa a la Liga de Campeones, Carlo Ancelotti fue destituido (cerrando un ciclo donde ganó, entre otras cosas, 2 Ligas de Campeones y un scudetto) y reemplazado por Leonardo, mientras que Paolo Maldini se retiró del fútbol tras jugar toda su carrera (25 temporadas) en el Milan.
Estadio de San Siro
El estadio Giuseppe Meazza, también conocido como San Siro, fue fundado el 19 de septiembre de 1926 en Via Piccolomini 5 (20151 distrito del barrio de San Siro en Milán), habiéndose iniciado su construcción en 1925 y por iniciativa del entonces presidente del Milan, Pietro Pirelli.
tructura corrió por cuenta del ingeniero Alberto Cugini y del arquitecto Ulisse Stacchini. El estadio estaba compuesto por cuatro tribunas rectilíneas y podía albergar a 35 mil espectadores.
El partido inagural lo llevaron a cabo el Milan y el Inter de Milán, siendo victoria de 6:3 para los nerazurri. Para 1935, se realizaba la primera modificación al ampliar la capacidad de aforo a 55 mil espectadores. La segunda ampliación (a manos del ingeniero Ferruccio Calzolari y del arquitecto Armando Ronca) se produjo para 1955 con una transformación drástica. La capacidad total alcanzaba los 100 mil espectadores, pero se limita a 85 mil por cuestiones de seguridad. La última gran modificación, se concretaría para la Copa Mundial de 1990.
El partido inagural lo llevaron a cabo el Milan y el Inter de Milán, siendo victoria de 6:3 para los nerazurri. Para 1935, se realizaba la primera modificación al ampliar la capacidad de aforo a 55 mil espectadores. La segunda ampliación (a manos del ingeniero Ferruccio Calzolari y del arquitecto Armando Ronca) se produjo para 1955 con una transformación drástica. La capacidad total alcanzaba los 100 mil espectadores, pero se limita a 85 mil por cuestiones de seguridad. La última gran modificación, se concretaría para la Copa Mundial de 1990.
En la actualidad, el estadio cuenta con una capacidad de 85.700 espectadores y dimensiones de 105x68 metros, siendo el estadio más grande de Italia, el tercero en Europa y el décimo a nivel Mundial. Es además, considerado por la UEFA, como uno de los estadios de categoría "5 estrellas". El recinto es de propiedad municipal y se renombro en honor a Giuseppe Meazza, jugador italiano que militó en ambas escuadras.
Nº
Posición
Jugador
Hasta la fecha:
Ocho han sido los jugadores del Milan que fueron consagrados como Capocannoniere (máximos anotadores) de la Serie A: Aldo Boffi (1938/39, 1939/40 y 1941/42), Gunnar Nordahl (1949/50, 1950/51, 1952/53, 1953/54 y 1954/55), José Altafini (1961/62), Pierino Prati (1967/68), Gianni Rivera (1972/73), Pietro Paolo Virdis (1986/87), Marco van Basten (1989/90 y 1991/91) y Andriy Shevchenko (1999/00 y 2003/04).
Seis de sus jugadores han sido galardonados con el Balón de Oro del fútbol europeo: Gianni Rivera (1969), Ruud Gullit (1987), Marco van Basten (1988, 1989 y 1992), George Weah (1995), Andriy Shevchenko (2004) y Kaká (2007).
En tres ocasiones sus jugadores han sido galardonados como Jugador Mundial de la FIFA: Marco van Basten (1992) , George Weah (1995) y Kaká (2007).
Nueve jugadores del Milan fueron escogídos ante la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA), como parte de los festejos de su 50 Aniversario, en una encuesta para designar a los 50 mejores jugadores europeos de los últimos 50 años: Marco van Basten, Ruud Gullit, Frank Rijkaard, Roberto Baggio, Gianni Rivera, Franco Baresi, Paolo Maldini, Alessandro Costacurta y Alessandro Nesta.
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